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| Carlos Julio Díaz, Aprendiz Tecnólogo en Mantenimiento Mecánico Industrial, SENA en Palmira |
Tiene un caminar
pausado, enfocado en el horizonte, la miraba un poco tímida y con una voz
tranquila, que dan muestra que sabe para dónde va. Su nombre es Carlos Julio
Díaz, es aprendiz y está terminando la etapa lectiva del tecnólogo en
Mantenimiento Mecánico Industrial del Centro de Biotecnología Industrial-CBI de
Palmira.
Tiene 26 años y nació en Trujillo, un municipio al norte del Valle del Cauca afectado por el flagelo de la violencia en nuestro país. Allí trabajaba en la finca de sus padres en actividades relacionadas con la agricultura como la recolección de café o el cuidado de las plantaciones de plátano. Allí iniciaba su día a las 5:00 a.m.
"Hay que resaltar la importancia que tienen las actividades del campo para el desarrollo del país. Sin embargo, todos tenemos cosas con las que nos identificamos, lo mío siempre ha sido la mecánica y la electricidad, por eso me metí por este lado", subraya.
Aunque adora las labores del campo, sabía que para entrar al mundo de la mecánica industrial tenía que salir de su natal Trujillo. En 2017 ingresó al SENA en Tuluá al técnico en Gestión Documental, un programa ajeno a su pasión pero que le dio la experiencia de entrar al mundo de la formación para el trabajo. Después se acercó al SENA en Buga, pero no tuvo éxito en el proceso de ingreso. Siguió luchando por su sueño, buscando en otras sedes y finalmente en 2019 logró hace parte del Centro de Biotecnología Industrial de Palmira.
Según Carlos, lo más difícil de su proceso es estar lejos de casa. Intenta visitar a sus padres una vez por mes o cada vez que tiene la oportunidad. "Todo en la vida tiene sus sacrificios, la comida del hogar es única, lo más complicado fue atreverme a hacer algo diferente y a veces uno extraña su familia”, agrega.
En el SENA, este joven de semblante tranquilo y voz pausada tiene una destacada participación en los procesos de formación, tanto que sus instructores lo reconocen. "Desde que llegó Carlos mostró tener grandes capacidades en mantenimiento industrial y reúne todas las condiciones para salir adelante; resuelve problemas y aprende fácilmente. Él dejará muy en alto el nombre del SENA en cualquier empresa", destaca Jairo García, Instructor del tecnólogo en Mantenimiento Industrial del CBI.
El contrato de aprendizaje con la empresa Avidesa de Occidente S.A (Mac Pollo) le permite sostenerse en Palmira, sumado a la ayuda que le envían mensualmente sus padres. Una vez termine su etapa lectiva se enlistará en las filas de esta empresa que valora la calidad de los aprendices del SENA.
El camino profesional de este aprendiz apenas inicia, pero sus expectativas están al más alto nivel. "Voy a seguir estudiando, quiero llegar a ser ingeniero electromecánico o mecatrónico. Por ahora me enfocaré en mis prácticas y en realizar un buen trabajo".
"El SENA ha adquirido muy buena maquinaria en esta nueva sede y eso es de gran importancia para el desarrollo de la formación y para que los aprendices quedemos con mejores conceptos teóricos y prácticos", comenta Díaz, mientras caminamos por los renovados ambientes de la nueva Sede Industrial del CBI.
Nos despedimos previa a la hora del almuerzo y para el cierre Carlos tiene muy claro el rumbo que tomará. "En cinco años espero ser un profesional con gran relevancia en campo industrial dando lo mejor de mí en el sector industrial en el Valle o en la empresa que requiera mis servicios".
Juan Camilo Parra Preciado
jcparrap@sena.edu.co
Comunicador Regional Valle